lunes, 18 de septiembre de 2017

El tiempo 2 (Rev 0)

Dos cosas más se pueden agregar a lo que escribí ayer [1]

Primero, otro argumento a favor de ver el tiempo como un camino.

Hagamos el siguiente ejercicio: nos sentamos frente a un reloj (de agujas, para que sea más fuerte la experiencia) y observamos el segundero en su movimiento.

Avanza un segundo...


y otro....


y otro...


y otro...


i n e x o r a b l e m e n t e


¿qué pensamos? ¿qué sentimos?


sentimos que...


el tiempo pasa.......      (y Pablo Milanés se va volviendo viejo)

que "se me hace tarde"... (algunos locos como yo siempre sienten eso)

en cualquier caso, la idea central es la anterior

que el tiempo "pasa"

Pero, digo yo... ¿cuantos años estuvo la humanidad mirando el sol y afirmando que el sol sale y el sol se pone hasta que dijeron, "no... el sol está quieto y es la tierra la que rota sobre sí" (después vino Einstein y volvió a mover el sol, o dijo que, al final, no se puede saber quien se mueve, pero eso es otro tema)

Del mismo modo, podríamos decir que el tiempo está quieto y somos nosotros quienes pasamos, quienes lo recorremos.

Sí, aunque estemos quietos, sentados en un sillón, mirando el reloj, somos nosotros los que "andamos el tiempo".

Tal vez la resistencia a pensar así es porque, si yo camino, puedo detenerme si así lo quiero, pero en este caso, si el tiempo es un camino, yo no camino nada, sino que voy arriba de un tren que siempre va y no se detiene (al menos, yo no lo puedo parar)

(Pero... ¿es así? ¿Quien dijo que no hay algún tipo de meditación o trance profético que "saque" a la persona del tiempo?)




Aquí viene el segundo pensamiento.

Veo en el libro que estoy leyendo [2] que la ciencia parte de supuestos, conceptos fundamentales que no cuestiona y, por el contrario, delimitan su propio campo.

Ahora bien, veo en el análisis filosófico del tiempo, que se pretende definirlo, utilizando, también, conceptos ya existentes.

O sea, la filosofía "acusa" a la ciencia de no cuestionar determinados conceptos básicos (como puede ser el espacio, el tiempo, el movimiento, etc) sino que, parte de ahí, y se desarrolla a partir de la aceptación de los mismos, pero ella misma, de la manera que intenta definir al tiempo, lo hace (o intenta hacerlo), también, en función palabras y conceptos conocidos.

Y a mí me parece que la "naturaleza" del tiempo es escapa de lo conocido y, por lo tanto, no pueden utilizarse conceptos preexistentes en su definición.

Por otra parte (y ésto tiene relación con lo que escribí al principio de todo [3]), el tiempo y el espacio, constituyen la cárcel de nuestra existencia y de nuestra "conciencia" (si puedo llamar así a todos nuestros pensamientos, imaginación y elaboraciones mentales), y ¿cómo podemos definir a los límites de nuestro pensamiento, con herramientas que se encuentran dentro de esos límites?

Si, como sugerí antes, hubiese algún tipo de meditación, o trance profético, que pueda sacar al hombre de la cárcel del espacio y del tiempo, desde afuera, se podría dar una definición mejor (que, de todos modos, no sé cómo se podría "explicar" a los que aún estamos presos :-)

NOTAS:
[1] https://delapampaajerusalem.blogspot.com/2017/09/el-tiempo.html
[2] "Principios de filosofía - Una introducción a su problemática" de Adolfo P. Carpio
[3] https://delapampaajerusalem.blogspot.com/2017/09/reflexiones-en-el-estudio-de-la.html




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